domingo, 10 de enero de 2016

Dejarlo todo e irse

10 meses en Alemania: relato simplificado

Cuando las ideas o sueños se plantan verdaderamente en nuestro corazón, llegado su tiempo se concretan. Hay que saber esperar y tener paciencia, pero también tenemos que sembrar y colaborar con los mismos. 

De la forma en que expreso la oración de arriba es como nace mi sueño de venir a este país.



Hace bastante me rondaba en la cabeza la idea de escribir, pero siempre la desestimaba porque en relación a todas las experiencias de mucha gente que me rodea, muchos se han dado miles de vueltas por el mundo y yo, siendo la primera vez que salía de mi país me sentía una piojita. Luego seguí la inspiración y dije: si he leído tantas tonterías pero que a mí me sirvieron de inspiración, sería egoísta no hacerlo. Quizás algún “loquito/a” que anda con la idea rondando en la cabeza, le sirve este texto para dar pasos concretos hacia cumplir sus metas.

Disculpas para quienes esperan que hable de Alemania, ya habrá oportunidad, de momento quiero compartirles un poco la experiencia de “dejarlo todo e irse”.

Si más de una vez has pensado en hacer una experiencia fuera de tu país, anímate y a viajar!!

Luego nada vuelve a ser igual, te cambia muchas de las estructuras en las que estabas paradx, los puntos de vista, es un gran camino de conocimiento interior y exterior, por supuesto. Al tomar distancia de tu lugar, aprendes a valorar más algunas personas, cosas y/o situaciones, así como a restarle importancia a un montón de otras en las que uno estaba enroscado y la distancia te ayuda a soltarlas.

Por momentos dejar mi país, mi ciudad, mi familia, mis amigxs me daba un poco de recelo pero bastó alejarme para darme cuenta que así como tuve que soltar parte de ello, el vínculo con muchxs se hizo mucho más estrecho, incluso con mi patria. En la distancia pude pasar por un colador muchas cosas y hoy siento que lo que realmente fue quedando es lo que vale la pena, como decimos, pero me gustaría decir que queda lo que realmente vale para dedicarle tiempo.

Además, me he dado cuenta que me volví más vendedora de mi país de lo que era anteriormente. Uno habla con tanto amor de su tierra, de sus pagos, de sus costumbres y tradiciones (con una añoranza de fondo) que transmite interés en los demás para conocer la Argentina y Sudamérica. Aunque también, se habla de muchos aspectos, no solo de lo bueno. Pero como sabemos cada país tiene lo suyo. Ninguno es el paraíso. El paraíso realmente se vive en el interior, conforme a la felicidad que te brinda la concreción de tus objetivos y de tu mirada ante la vida.

Pero también déjame advertirte que si te gusta viajar, lo mismo hace cada pesona que te encuentras, y cada una habla de su tierra con ese amor que te da ganas de dar vueltas por el mundo entero y cada vez mayor ansiedad de seguir descubriendo nuevas culturas, lugares, etc. Esto es muy personal, pero se que hay varios que sienten lo mismo cuando comienzan a viajar. 

Dejar todo e irse, también genera muchos miedos. Aunque no todxs sientan de la misma manera, algunxs más, otrxs menos, es normal. Que el miedo no te detenga. En cada situación límite siempre aparece de último momento alguna respuesta creativa para resolver cualquier inconveniente.

No tengas miedo de lo que dejas. Por el contrario, te vas a encontrar agarrando con más fuerzas tu vida, tus relaciones, tu camino hacia la felicidad. No te sientas egoísta de escoger tu camino, al fin y al cabo, cada unx escoge el suyo y por más lejos que estés, siempre puedes seguir aportando, colaborando con la felicidad de los demás. 

También tengo que ser sincera y dar muchas gracias a mi familia, amigxs y personas que apoyaron mi decisión y también gracias a quiénes lo veían como una “locura” porque eso me daba más fuerza a agarrar el proyecto.

Continuará…

Y vos, cómo vivís tu camino, experiencia, viaje? espero tus comentarios!